Por que no debemos usar agua en el radiador.
Inconvenientes del agua común como refrigerante de motores:
Hemos visto las ventajas del agua como refrigerante a las que habría que agregar la de ser un elemento disponible en todos lados, pero también tiene varios puntos débiles que pueden dar problemas
No todas las aguas disponibles son iguales.
1. Hay aguas duras, es decir, con sales cálcicas y/o magnésicas, que son las que producen incrustaciones. Las incrustaciones reducen progresivamente el paso del agua en las tuberías y también dificultan la evacuación del calor por ser aislantes.
2. También suelen encontrarse aguas salinas, que si bien no contienen calcio o magnesio, tienen sulfatos y cloruros de sodio. Estas sales le confieren alta corrosividad.
3. Las aguas destiladas o deionizadas, si bien no contienen sales ni aniones son también visiblemente corrosivas por su avidez en combinarse con metales ferrosos.
4. Cuando el agua encuentra temperaturas muy bajas puede congelarse. Esto trae dos inconvenientes serios como la imposibilidad de circular y, el peor, que al congelarse aumenta de volumen y suele romper el block del motor.
Tratando de evitar algunos de estos inconvenientes a medida que se presentaban, se echaron mano a distintos recursos:
a) Para evitar la corrosión y la incrustación muchos talleristas han aconsejado agregar a los radiadores aceite solubles como los que se usan en los tornos o también acaroína.
El resultado suele ser nefasto. Las mangueras de los radiadores se ablandan y desgranan y las emulsiones, luego de estar un tiempo a altas temperaturas, se separan y engrasan y obturan las tuberías del radiador.
b) Con el objeto de evitar el congelamiento del agua se le agrega alcohol. El alcohol, aparte de acelerar la corrosión, es volátil y se evapora con cierta rapidez, dejando de ejercer su protección anticongelante. Por ello se lo denomina anticongelante No Permanente.
Finalmente, la industria química ha desarrollado productos que tienden a evitar a la vez todos los inconvenientes antes citados. Ha sido muy importante y compleja la evolución de estos productos a lo largo de los últimos años. Ahora se han normalizado los denominados: Líquidos refrigerantes, anticongelantes, anticorrosivos para motores de combustión interna.
